Agenciamiento de desarrollo y potenciales territoriales: experiencias en el norte de México y Cuba
Palabras clave:
Agenciamiento, desarrollo, potenciales territoriales, experiencias, México, Cuba, desarrollo territorial, espacio económico, dinamización del territorioSinopsis
La experiencia internacional nos enseña que la política regional y la gestión territorial ocupan un lugar central en la conducción de las estrategias de desarrollo de los países y sus territorios, así como en la consolidación de nuevas formas de gestión de las políticas públicas, acordes con el entorno que prevalece de descentralización, de creciente demanda de participación ciudadana y de pluralismo político. Sin embargo, en México se registra una desatención a las expresiones locales que pudieran convertirse en factores positivos del desarrollo, ya que se privilegia la atención a intereses del ámbito internacional. Esta problemática ha originado un modelo de política pública ajena en muchos sentidos a las demandas y las necesidades de la sociedad local, que se expresan cada vez con mayor exigencia desde sus lugares de vida.
En México, no obstante los esfuerzos que en materia de desarrollo se han emprendido, las intervenciones se han dirigido de manera sectorial y poco integradas entre sí, identificándose una precaria concurrencia entre las acciones ya que la oferta institucional está sustentada, mayormente, en un patrón asistencialista que, pretendiendo disminuir las disparidades, no reproduce los recursos invertidos y por lo contario, acrecienta la desigualdad en y entre territorios. Los resultados tanto de las políticas de asistencia como las de desarrollo, han traído como consecuencia una dependencia de los recursos en los habitantes del territorio, los cuales son empleados para atender necesidades de sobrevivencia y canalizados en usos distintos a la producción de esquemas que les permitan generar procesos sustentables. Pese a que se identifican lugares de alto potencial en recursos medioambientales, sociales y culturales, el aprovechamiento de ellos está sujeto a procesos exógenos e inversiones que en muchas ocasiones no benefician al territorio en que habitan.
El desarrollo territorial es un proceso multifactorial resultante del aprovechamiento de los recursos locales, las interacciones entre los actores públicos y privados, y el aprovechamiento de aquellos factores exógenos que intervienen favorablemente a su interior. El enfoque del Desarrollo Territorial presenta en este sentido un marco adecuado con una mirada sistémica de los potenciales y la dinámica del territorio; la relevancia de ligar los problemas que enfrenta el desarrollo del territorio con variables económicas y espaciales está sustentada en numerosos documentos, que señalan la indisoluble relación entre la localización de las actividades económicas, las estrategias de atención en infraestructura, entre otros factores, sobre las condiciones de vida en los territorios. Se asume que la estructura del territorio puede ser y es, de hecho, modificada por los agentes, atendiendo a la acción de estos como individuos o como parte de un colectivo organizado, de la misma forma que se considera que el avance principal de la propuesta apunta a la posibilidad de distinguir la gestión del territorio a partir de las propiedades estructurales y el Agenciamiento de Desarrollo, lo cual permite una comprensión multidimensional de los procesos territoriales y necesariamente la relación establecida entre individuos / instituciones y el sistema social.
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